domingo, 14 de noviembre de 2010

La tarde que nunca olvidaré...


Una tarde de verano, me encontraba con mis amigas en la plaza del pueblo, estábamos sentadas en un banco sin saber qué hacer. De repente levanté la mirada y te encontré frente a mí, yo no sabía que decirte, lo único que puede pronunciar fue un simple “hola”. Miré el reloj y vi que se había hecho muy tarde, me tenía que ir. Me dijiste que me acompañabas. Yo acepté. Fuimos dando un paseo, estuvimos hablando de muchas cosas, el camino se me había hecho cortísimo. Me dejaste en la puerta y cuando me iba para dentro, tus labios pronunciaron mi nombre. Me volví, me abrazaste y me besaste los labios, no me creía todo lo que me estaba pasando, creí que estaba soñando despierta, por eso me fui corriendo para dentro, pero antes de entrar en casa me dijiste el TE QUIERO más bonito que nunca nadie me podía haber dicho.


No hay comentarios:

Publicar un comentario